Clasificación de Embarcaciones
Finalidad
Veleros
Veleros Antiguos
Los Navíos
Navíos
El navío era entendido como un buque de gran tamaño formado por una cubierta con velas y muy fortificado, su uso principal era la guerra, pero también estaba destina para la actividad comercial.
El término se le da puesto que estaba destinado en su mayor medida para el combate de las escuadras navales. Esta era un tipo de formación utilizada entre los siglos XVII y XIX en la cual los navíos se alineaban los unos detrás de los otros para formar un muro de artillería en donde pudieran disparar de forma simultanea densas salvas contra la flota enemiga.
Navíos del siglo XVIII
Introducción
Uno de los mayores inconvenientes que tiene el estudio de planos, iconografía y modelos de arsenal es la inexacta e incompleta información que en muchas ocasiones se tiene sobre ellos. A partir de la mitad del siglo XVIII, la documentación de la construcción y carena de los buques era muy completa, se realizaban multitud de informes que fueron aumentando a finales de siglo. Por norma general eran completados con planos o bocetos, que en su mayoría no han llegado hasta nuestros días.
Estas piezas de artesanía y representativas de nuestra época dorada en la construcción naval, son custodiadas en su mayoría por museos o colecciones privadas. Algunos han sufrido a lo largo de su vida útil modificaciones, restauraciones y catalogaciones desafortunadas. El problema, sobre todo radica en que las intervenciones no siempre son recogidas en descripciones que muestren un antes y después del modelo, desconociendo así, su estado original. Si la restitución de algún elemento no fue correcta, puede producir errores de interpretación al no haber datos sobre su estado inicial.
Para poder establecer una fecha estimativa de realización de los modelos o planos es imprescindible conocer el sistema y diseño empleado, así como los oficiales de marina que los definieron. Estos oficiales eran personas ilustradas. Durante el periodo que nos ocupa fueron varios los asignados, imponiendo cada uno sus criterios durante varios años. De esta forma y a través de estos oficiales estableceremos cuatro periodos distintos que definen cual fue la evolución de la construcción naval española. Las franjas de tiempo que aquí se establecen son de forma orientativa, ya que los cambios no se producían de una forma sistemática. En ocasiones, transcurrían años hasta ser aplicadas de una forma general, solapándose sistemas y en ocasiones produciéndose mezclas en un mismo buque.
Observando algunos puntos comunes como son las cintas, tajamar, serviolas, curvas bandas, escobenes y las mesas de guarnición, podremos conocer en que periodo fue construido o método de fabrica utilizado y sin grandes conocimiento en los sistemas de construcción que expondremos.
Esta herramienta no es totalmente definitiva, ya que debemos de tener siempre en cuenta las posibles modificaciones que pueden haber sufridos los modelos o iconografía. Por tanto, la cautela debe ser nuestro aliado mas fiel.

Clases de Navíos
"El Napoléon (1852), el primer navío de línea a vapor de la historia construido
específicamente para uso militar.
El navío Reina doña Isabel II de 84 cañones, fotografiado por Charles Clifford en Cartagena en 1862,
fue el último navío de línea de la Armada Española.
El HMS Victory, botado en 1765 y fotografiado aquí en 1884, es el único navío de línea que ha llegado hasta nuestros días".
Uno de los navíos más grandes de la historia aún se conserva y hoy es un museo. Es el navío británico HMS Victory, con 6959 t de desplazamiento, 79 m de eslora y 104 cañones. Fue un buque clave en la Batalla de Trafalgar bajo el mando del vicealmirante Nelson. Es el único que ha sobrevivido en el mundo, está amarrado en el puerto de Portsmouth, se puede visitar y conocer.

El Santísima Trinidad
Museo Vasa

Reglamento de Baxeles del Rey
Los constructores y sus sistemas
José Antonio De Gaztañeta e Iturribalzaga
D. José Antonio de Gaztañeta navegó desde muy niño. A sus 16 años, estando embarcado con su padre, tuvo que dirigir la derrota de vuelta del buque hasta Pasajes por la muerte de su progenitor en Veracruz.
En 1684 es nombrado piloto de la Armada Real del Mar Océano. Posteriormente, en 1688, fue destinado a Colindres donde pudo observar y tomar notas de la construcción de la Capitana Real del Mar Océano “Nuestra Señora de la Concepción y las Ánimas” y la Almiranta.
Dichas notas fueron reunidas en un manuscrito del cual hoy en día existe editado un facsímil con el título de “Arte de fabricar reales“.

D. José Antonio de Gaztañeta
Durante los primeros años del siglo XVIII la construcción naval mantiene rasgos de finales del siglo anterior. Sin embargo, los navíos de Gaztañeta ya marcan una diferencia con sus antecesores. Las variaciones que se establecen definen al futuro navío de línea. Sus criterios, medidas y diseños quedan recogidos en dos documentos impresos. El primero, “Proporción entre las medidas arregladas a la construcción de un bagel [sic] de guerra de sesenta codos de quilla”, año 1712.
El segundo, “Proporciones de las medidas más esenciales para la fabrica de navíos y fragatas de guerra, que puedan montar desde ochenta cañones hasta cien, con la aplicación de la construcción de la barenga maestra, plano y perfil particular de un navío de setenta cañones, con los largos, gruesos y ancatos de los materiales, escrito de orden del rey”, impreso en 1720. Este trabajo será el que marque los criterios definitivos y la tipología a seguir en la construcción de nuestros buques durante este primer periodo.

Jorge Juan y Santacilia.
D. Jorge Juan nace en 1713, con pocos años de edad ingresa en la orden de Malta. A sus dieciséis años entra en la Academia de Guardiamarinas de Cádiz.
En 1734 forma parte, con Antonio de Ulloa, de la expedición de La Condamine al Perú, junto a científicos franceses. Para este fin tuvo que ser ascendido de Guardiamarina a Teniente de Navío. Persona con notables conocimientos científicos, es elegido para establecer los criterios a seguir en la nueva construcción de navíos españoles. Una vez en España, Jorge Juan establece las pautas a seguir en lo que será la nueva construcción de navíos. Para ello se realizan juntas de constructores, una en 1752 y otra en 1754.

Reglamento de Maderas
De estas reuniones nace el nuevo sistema al que se le denomina “a la Inglesa”. A su vez desarrolla un reglamento de maderas, para establecer las medidas y formas de las piezas principales en el corte y la construcción naval.
Sin embargo, a partir de 1765 cuando su sistema está en su auge, se hace cargo de la dirección de construcción de bajeles Francisco Gautier.
Jorge Juan publica en 1771 su Examen Marítimo , obra de suma importancia en el campo de la construcción naval. Muere en Madrid en el año de 1773. El periodo en el que su sistema permanece oscila entre 1752 y 1765.
En el año de 1770 Gautier consigue que se cree el Cuerpo de Ingenieros de Marina, siendo él nombrado Ingeniero General de Marina. Posteriormente recibirá el nombramiento de Brigadier de los Reales Ejércitos.
Es enviado a Ferrol donde crea una academia para formación de Ingenieros. Su mujer era natural de Cartagena y asistirá al sitio de Gibraltar. Gautier pide en varias ocasiones que se le conceda la dimisión, siendo rechazada.


José Joaquín Romero Fernández de Landa
José Joaquín Romero Fernández de Landa
Nace en Galaroza en 1735, sentó plaza como guardamarina a los 17 años, iniciando su carrera como Alférez de Fragata en 1757, que finalizó como Teniente General en el año de 1795.
Constructor que estudió el sistema “a la inglesa”. Participó con Gautier en la implantación de la fábrica “a la francesa” en España.
Siendo destinado a Guarnizo en el año de 1765, bajo la dirección de Francisco Gautier. En 1771 era parte del cuerpo de ingenieros como 2º Ingeniero.
Constructor que estudió el sistema “a la inglesa”. Participó con Gautier en la implantación de la fábrica “a la francesa” en España. Siendo destinado a Guarnizo en el año de 1765, bajo la dirección de Francisco Gautier. En 1771 era parte del cuerpo de ingenieros como 2º Ingeniero.

Navío del siglo XVII estudiado por Gaztañeta en su “Arte de fabricar reales”.
Diferenciación de sistemas a través del análisis
Los Cintones
Según el año de fabricación del buque dentro de este sistema, la composición en número o posición de las cintas tuvo variaciones. Para tener registradas las modificaciones estableceremos dentro de dicho periodo tres fases. La primera es 1712, la segunda en 1720 y la tercera, ya es posterior a su muerte, aunque se mantendría aún mucho de su sistema.
Esta colocación es similar a lo observado en la construcción de navíos que Gaztañeta plasmó en el manuscrito “Arte de fabricar reales”.

Cintones en 1712
Cintón principal.
Lo componen dos maderos gruesos (cintas). Las cintas están separadas por tracas de menor grosor denominadas entrecinta.
Segundo Cintón.
Al igual que el cintón principal está compuesta de dos maderos gruesos, entre ellos se mantiene la entrecinta.
Esta colocación es similar a lo observado en la construcción de navíos que Gaztañeta plasmó en el manuscrito “Arte de fabricar reales”.
Principal.
Lo componen dos maderos gruesos (cintas) unidos por sus cantos.
Segundo Cintón.
En este caso está compuesto solamente de una cinta.
Las modificaciones que realiza en estos nuevos diseños con respecto a las cintas es para evitar que sean cortadas por las portas de las baterías.
Principal.
Lo componen dos maderos gruesos unidos entre sí por su canto.
Segundo Cintón.
Al igual que el cintón principal, está compuesto de dos maderos gruesos y entre ellos se mantiene la entrecinta.
Sistema de Gautier
Principal.
Se componen de tres hiladas de tablones. El grosor de las hiladas variaba según su posición, siendo la central menos gruesa que las otras dos.
Segundo Cintón.
Al igual que el cintón principal se compone de tres cintas, siendo la central menos gruesa.
Sistema de Romero de Landa
Principal
Tiene cuatro hiladas de tablazón.
Segundo Cintón.
En lugar de cuatro son tres de menor grosor que el cintón principal.
Es similar al sistema de Jorge Juan, sin embargo, Romero de Landa en la cinta inferior del cintón principal la realiza prácticamente igual a la traca inferior o contual. En los modelos de Jorge Juan la diferencia de grosor se nota, sin existir ninguna progresión con respecto a las tracas del forro.

El tajamar
Es un conjunto de piezas que se adaptan fuertemente a la roda por su cara exterior o de proa, asegurándose por sus lados con las curvas bandas.
Sistema Gaztañeta
Observando la parte superior del tajamar, desde la parte inferior de la curva banda más cercana a la quilla, vemos que es la parte más ancha de la pieza. Desde aquí, el descenso ligado a la curvatura de la roda se realiza en disminución hasta terminar en el pie de roda, tal y como se muestra en el dibujo.
Sistema Jorge Juán
En este sistema la anchura del tajamar en su parte más alta es mayor que en los navíos diseñados por Gaztañeta. Sin embargo, la disminución hacia el pie de roda no es igual al anterior. En un punto de su estrechamiento empieza a aumentar hasta llegar al pie de roda, empernándose con esta pieza y el extremo de proa de la quilla.
Sistema Lautier
Al igual que Gaztañeta, realiza desde la parte más ancha del tajamar una disminución hacia el pie de roda, donde a diferencia del español, lo remata con una terminación más fina.
Sistema Romero de Landa
Es muy similar a Gautier. El estrechamiento hacia el pie de roda se inicia mucho más arriba que en el anterior sistema, manteniendo el mismo grosor hasta enlazar con la zapata.
La curvatura exterior que muestra el tajamar según el sistema, puede ser de utilidad a la hora de constatar diferencias. Si trazamos una recta imaginaria desde un punto (A) en la parte superior y otro en la inferior (B), observaremos la curvatura que realiza el tajamar según la línea trazada. Las diferencias en algunos casos son fácilmente apreciables.

Las Serviolas
Son maderos gruesos puestos en diagonal sobre el castillo de proa. Sus extremos sobresalen del castillo por ambos lados, teniendo en sus cabezas encastradas dos roldanas para izar las anclas y ponerlas a la péndura.
Sistema Gaztañeta

Son empernadas sobre los baos que forman la cubierta del castillo. Sus extremos están orientados hacia el palo trinquete. Es el único sistema de los que veremos que las fija así.
Sistema Jorge Juán

Son empernadas una contra otra, de babor a estribor, ayudándose para la unión de un choque que se fija a las anteriores piezas. A su vez, se unen contra la cara interna del bao que forma el frontón de proa, quedando esta estructura firmemente unida al vaso.
Sistema Gautier

En esta tipología la unión de las tres piezas que conforman la estructura de las serviolas están unidas a la parte superior del bao, que hace el cierre de la estructura superior del frontón de proa.
Sistema Romenro de Landa
La colocación se realiza como el sistema de Jorge Juan. En su reglamento de maderas y al igual que hiciera Gautier, sólo utiliza dos piezas, sin hacer mención a ningún choque.| Aunque si está presente a la hora de formar la estructura que fija las serviolas.
Curvas bandas
Sistema Gaztañeta
Están colocadas sobre la tablazón que forma la cinta principal del navío. Su canto alto está a la misma altura que el de la cinta, siendo empernadas sobre éstas y el tajamar.

Sistema Jorge Juán
En los planos de un navío de 58 cañones, a través del que nos regiremos debido a la imposibilidad de encontrar el de 68, se especifican tres curva bandas por cada costado. Lo cual establece un total de seis. Esta cantidad coincide con el número citado en el reglamento de maderas para un navío de 68 cañones. Sin embargo, como dato curioso, la curva más cercana a la quilla, en el plano está dibujada en líneas discontinuas.
Sistema Gautier
En este sistema las curvas bandas son cuatro, dos por costado. Este dato está perfectamente claro en el reglamento de maderas que realiza Gautier para los navíos de 70 cañones.
De hecho, coincide exactamente con el modelo que se encuentra en el Museo Naval de Madrid. Esta circunstancia se da en los planos conservados y analizados de este sistema. Las curvas se sitúan dentro del grosor del cintón principal.
La primera curva, o la mas cercana a la quilla, se coloca encima de la cinta inferior de las tres que se ponen. Situándose la segunda curva encima de la más alta del cintón principal.

Sistema Romero de Landa
Romero de Landa adopta los mismos criterios que Gautier con respecto al número de curvas, dos por banda.
Para diferenciar entre el sistema de Gautier y el de Romero, nos tendríamos que fijar en el número de cintas que componen el cintón principal, ya que la curva más cercana a la quilla se coloca encima de la segunda cinta que forma el cintón, y la segunda curva banda en la cuarta.
Navíos españoles del siglo XVIII (I)
Navíos españoles del siglo XVIII: Diferencias básicas según el sistema empleado en su construcción
Con esta iniciamos una serie de entregas sobre la construcción naval en el siglo XVIII, cuyo texto e ilustraciones nos las ha enviado un amigo de la Cátedra de Historia Naval , Juan Carlos Mejías Tavero.
Se realizaban para exhibir un futuro navío, proyecto o simplemente un modelo de enseñanza. Muchos quedaron en manos de los distintos reyes o príncipes, otros en escuelas navales. Con el tiempo la mayoría desaparecieron, y los que han perdurado hasta hoy muestran distintas condiciones de conservación.
Obviamente este hecho produce anomalías, que en ocasiones pueden ser detectadas contrastando aspectos de su construcción, poniéndonos sobre aviso.
Este trabajo facilita principalmente varios aspecto del análisis y estudio de estos elementos a la hora de catalogarlos o estudiarlos.
Se puede identificar un sistema a través de la observación de aspectos exteriores del diseño o construcción, comparando las distintas fábricas utilizadas en el siglo XVIII, y la detección de posibles modificaciones, o elementos que no se atengan a un sistema en cuestión, facilitando de esta forma indicadores que posteriormente serán de utilidad en un estudio más amplio.
Modelo de arsenal del sistema “a la inglesa”, o de Jorge Juan. El modelo sigue las pautas de la junta de constructores de 1752. Museo Naval de Madrid, nº inventario NMN 373. Fotografía: Juan Carlos Mejías Tavero
No se hará hincapié en la vida de estos constructores, ni en muchos de los trabajos y méritos que llegaron a cosechar. Solamente se ofrece al lector el conocer sus nombres y el sistema que desarrolló cada uno de ellos, sin entrar en detalles y formas establecidas por cada fabrica, ya que esta información nos llevaría a contenidos que no son el objeto de este artículo.

Mesas de Guarnición
Sistema Gaztañeta
Establece que las mesas de guarnición tienen que ir situadas encima del segundo cintón. Por debajo de la segunda batería. Esta ubicación se mantiene en las mesas del palo mayor y trinquete. La mesa de guarnición del palo de mesana, está por encima de la tercera cinta, posición superior a la segunda batería.

Sistema Jorge Juán
En este sistema son desplazadas hacia una posición más elevada, quedando por encima de las portas de la segunda batería. Estando la mesa de mesana por encima de las demás, a la altura de la línea de baos que sustentan la toldilla.
Se hace uso por primera vez de las mesetas. Eran mesas de guarnición pequeñas que se colocaban más a popa de la mesa de guarnición del árbol mesana. Aunque en los planos de la fragata de 52 y el navío de 58 cañones están también colocadas por encima del la mesa del palo mayor. El uso de estas pequeñas plataformas de madera son muy dadas en este sistema aunque no siempre la veremos en modelos o planos.

Sistema Gautier
En este sistema se realiza una variación con respecto al anterior. Ateniéndonos al modelo que hay en el Museo Naval de Madrid, observamos que las tres mesas de guarnición están en la misma línea, por encima de las portas de la segunda batería, aproximadamente a la altura de los baos que hacen de base del alcázar y castillo del buque.
Aunque en años posteriores, se varía la posición de la mesa de guarnición del mesana, colocándose por encima de la anterior ubicación, en línea con los baos que sostienen la toldilla.

Sistema Romero de Landa
Cuando Romero de Landa diseña sus buques, con las mesas de guarnición del trinquete y mayor están a la misma altura que los de Gautier, y la mesa de mesana la coloca por encima de las portas del alcázar. Igual que hizo su antecesor.
Deberemos de tener en cuenta que la ubicación de las mesas de guarnición puede variar por muy distintos aspectos durante la vida del navío, por lo que es uno de los puntos que posiblemente más cambie en relación a la fábrica original de los navíos durante sus años de servicio.

Desarrollo de los puntos a observar en un modelo
En el Museo Naval de Madrid se encuentra expuesto el modelo de un navío de tres puentes, el rótulo indica “Santa Ana”. Al estar expuesto con ese nombre, se entiende que el modelo fue construido según las proyecciones de D. José Romero Fernández de Landa.
En un artículo realizado por el Sr. González-Aller, y con referencia al modelo que nos ocupa, expone lo siguiente haciendo referencia al “Santa Ana”:
“A la vista de estos antecedentes y del aspecto del modelo, que ha sufrido restauraciones desafortunadas a lo largo de los años, en primer lugar me inclino a descartar sea el existente en Cartagena en 1770, y en segundo, creo que fue construido en el arsenal de Cartagena entre 1843 y 1846, expresamente para el Museo Naval de Madrid, siguiendo parcialmente los planos del sistema de Romero de Landa, aunque la única constancia documental para mantener esta atribución sea el inventario del 30 de abril de 1847, donde figura en la Sección Tercera…”
Con estas palabras se empiezan a vislumbrar ciertas dudas, pero sin concreción ninguna. Utilizando la herramienta que nos proporciona el análisis de los puntos expuestos en este artículo, señalaremos algunas cuestiones que descartarían que el casco del modelo sigue los parámetros que establece la construcción de Romero de Landa.

El análisis de un modelo
Tajamar
En este punto hay una diferencia sobresaliente, el tajamar del modelo del Museo Naval de Madrid es del tipo “a la inglesa”, sistema Jorge Juan. Parte desde el pie de roda y tiene un lanzamiento superior a lo que se especifica en los planos del sistema de Romero de Landa.

Planos
Curvas, Bandas y Escobenes
Curvas bandas. En el plano vemos claramente que las curvas bandas coinciden con la primera y cuarta hilada de las tracas del cintón principal. La tercera curva banda se sitúa un poco por debajo de la segunda cinta. Los tacos de entre curvas bandas son del mismo ancho, ya que la distancia entre las curvas son iguales.
En el modelo vemos que no están bien situadas con respecto a las cintas ni al tajamar. Su posición no es la correcta.
Escobenes. En los planos se encuentran situados entre la cinta principal y la segunda, como es lógico. Su posición está aproximadamente a la altura del centro de las portas de la primera batería. Los escobenes tienen que ir alineados con la cruz que forma el travesaño con las bitas, para facilitar el deslizamientos de los cables. Y sobre todo, en el plano, no hay escobenes en la segunda cubierta.
En el modelo del museo hay irregularidades, a primera vista la colocación de los escobenes es totalmente ilógica, ya que está casi centrado con respecto a la segunda cinta, es decir, prácticamente en línea con los baos de la segunda cubierta.

Mesas de Guarnición
Con respecto a las mesas de guarnición del plano, podemos comprobar que la de mesana está en distinta posición que en el modelo del Museo Naval de Madrid. Puede, o no, tener una explicación. Todo depende si se basaron en planos o en un navío que podría haber sufrido modificaciones en sus mesas de guarnición. E incluso en el modelo se ha utilizado una pequeña meseta más a popa de la mesa de mesana, detalle muy de la construcción del sistema “a la inglesa”.

Las Portas
Primera batería. El número de portas es coincidente con el plano, pero no su posición. La primera porta a proa empieza a la altura del trinquete según los planos del navío, y no como está representada en el modelo.
Segunda batería. Vuelve a ser igual la cantidad de las portas, pero, como ocurría con la anterior cubierta, no coinciden con el plano. La primera porta empezando por proa está por encima de las curvas bandas, en el plano no.
Tercera batería. Lo mismo ocurre en esta batería, la porta más a proa está sobrepasando el palo trinquete. En el plano no es así.

Conclusión
El paso de los años, la climatología, transporte, la mayor o menor calidad de los elementos utilizados son determinantes en el estado en el que una pieza llega a nuestros días, bien sea gráfica o modelo.
Hay otros hechos e intervenciones sobre estos elementos que distorsionan su estado original. Como se ha comentado, son muchas las circunstancias que inciden en cómo llegan a nosotros. Pero el transcurrir de las centurias tiene un precio. Por tanto, para mantenerlos o intentar reestablecer su estado original se realizan intervenciones que en ocasiones pudieron ser desafortunadas, o cuanto menos, producen sospechas y dudas por la contradicción de situaciones que se dan en el elemento restaurado. Por desgracia, muchas de estas restauraciones o arreglos se realizaron hace muchos años, sin un estudio previo de la situación del objeto antes de ser intervenido, o si se hicieron no se han encontrado, quedándonos sin puntos de referencia y sin conocer qué se ha modificado o reparado.
A través de un análisis visual, y estableciendo unos puntos consecutivos de observación, hemos realizado una herramienta con la que no sólo podemos llegar a clasificar un modelo o iconografía en un periodo de tiempo razonable, sino que podemos, además, incluso llegar a detectar posibles anomalías, en algunos casos de restauraciones o intervenciones desafortunadas.
Cierto es que dicho análisis no debe de ser nunca determinante, pero puede llegar a establecerse como base para un estudio mucho más exhaustivo.
El hecho de que estos parámetros que establecemos, puedan por su sencillez ser utilizados sin unos conocimientos profundos en la construcción naval española, lo convierte en una herramienta de gran utilidad.
Por supuesto que se pueden establecer más puntos de observación, ampliando así el porcentaje de acierto, pero nos llevaría a estudios mucho más profundos, que pueden por su alto nivel de tecnicismo no ser comprensible para un número mayor de personas.
De esta forma también se potencia el interés por facilitar medios sencillos de comprensión y análisis que, en definitiva, potencian el entendimiento y aprendizaje sobre nuestra Historia Naval.
El modelo analizado
Con respecto al modelo inventariado con el nº 923, y ante lo expuesto en los puntos anteriores, apuntamos que si la intención a la hora de construir este modelo era que fuera el “Santa Ana”, las irregularidades observadas no hacen de él un barco fiel a los planos de Romero de Landa, ni a su sistema. Por lo menos con respecto a la construcción del casco. O quizás su intención no era representar al navío “Santa Ana”, lo que nos obligaría a realizar un análisis del modelo en profundidad y a establecer la catalogación acorde a lo desprendido en dicha investigación.
Ante las distintas situaciones que se pueden llegar a producir, o haber producido, en objetos históricos como los que nos ocupan, es necesario establecer herramienta que nos permitan realizar análisis rápidos y con cierto rigor, para posteriormente sobre la anomalías detectadas ampliar el estudio, ayudándonos a clasificar y catalogar con una mayor eficacia.
Historia
El concepto de navío nace en el siglo XVI, en Inglaterra, su desarrollo se vio influenciado por una necesidad de modificar los buques existentes como el galeón, y también como un nuevo medio para integrar la nueva artillería naval y las mejoras técnicas en los buques de vela.
Las flotas de Inglaterra debía tener una línea de barcos con mejores armamentos, para desarbolar y destruir los buques enemigos, para así dar con el abordaje como último recurso. De esta manera, se dejaba de lado la antigua concepción de que el combate naval era una extensión del terrestre, en el que había que abordar siempre al enemigo para luchar cuerpo a cuerpo.
A inicios del siglo XVII se introduce este nuevo concepto y para mediados del siglo siguiente la construcción del navío ya era un hecho. Su elaboración desde un principio estuvo dirigida a formar parte de las líneas artilleras navales y maniobrar junto al resto de la escuadra.
En la Armada Española del XVIII los navíos se clasificaban en tres clases, según su número de cañones: Los buques de al menos 100 cañones eran consolidados como barcos de primera categoría, mientras que aquellos con un número menor o igual 60 eran de tercera clase. El navío con mayor número de cañones era uno español llamado Santísima Trinidad, armado con 136 cañones y 4 morteros, que fue botado en 1769 en La Habana (Cuba), y se hundió al sur de Cádiz, tras su captura en la batalla de Trafalgar (1805).
Vida en un navío
La vida en la cubierta de un navío era muy dura, en algunas ocasiones el frío llegaba a los tripulantes, mientras que en otras situaciones el sol tropical los abrasaba. Adicional a esto, la higiene de cada uno de los integrantes del barco era muy deficiente, con olores nauseabundos. Si además había mar gruesa, los malos olores se extendían más por los vómitos de unos y de otros. Gran parte de los marineros que subían a bordo eran reclutados por la fuerza para obtener la mano de obra necesaria.
Sin embargo, con el tiempo la vida en este tipo de naves comenzó a cambiar con la llegada de James Cook, un oficial de la marina británica que pudo comprender la importancia de la higiene de los hombres al comprobar que en sus buques, de cada diez marineros muertos, solo uno había sido en acto del servicio y nueve habían muerto por escorbuto, desnutrición y enfermedades infecciosas.
De esta manera, una de las medidas que tomó fue la repartición de limón para combatir el escorbuto, también hubo una mejora en cuanto a la dieta y luchó porque las tripulaciones tuvieran cámaras más espaciosas, aireadas y cómodas.

Mástiles
Por otro lado, los mástiles o también denominados »palos» se dividían entres tipos de acuerdo a su relevancia en el barco:
-
Mástil trinquete: De los dos o tres mástiles que se disponían en el navío, el trinquete era el que más se situaba en la proa. Las velas principales que se colocaban en este palo (de inferior a superior) eran: la vela de trinquete, el velacho o gavia de trinquete y el juanete de proa.
-
Mástil mesana: Este mástil se posicionaba más en la popa, y estaba constituido por las siguientes velas (de inferior a superior): la cangreja, en donde por lo general se ponía la bandera de la nación, la sobremesana, y el juanete de sobremesana o perroquete.
-
Mástil mayor: Este era el más más importante y gran de los tres, se posicionaba en el medio del trinquete y el de mesana, por ende, en él estaban las velas más relevantes del navío y era prácticamente imprescindible para la navegación. Por este motivo, los buques enemigos se esforzaban en arremeter con él durante el combate, ya que podía dejar el barco inmovilizado. Las principales velas que montaba eran (de inferior a superior): la vela mayor, la vela de gavia y el juanete mayor.
Castillo de proa
El castillo constituía a una construcción ubicada en la pro que contaba con su propia cubierta. En esta construcción se llevaban a cabo las principales tareas de observación, y, algunas veces, de combate. Al mismo tiempo, en este lugar también estaba ubicado el ancla.

Del castillo de proa y de las amuras de proa se proyectaba hacia adelante el beque, que cumplía con la función de sostener el bauprés, el palo que se encuentra más a proa, y también servía como retrete para la marinería. Por otro lado, los oficiales del navío disfrutaban de otros con intimidad en la cabina, un retrete ubicado en las galerías laterales de popa. Los desechos se evacuaban directamente en el mar.
Castillo de popa
Al lado contrario de la proa, se encontraba otra construcción en la popa que contaba también con su propia cubierta. En un principio la primera cubierta del castillo era el alcázar, palabra que es también sinónima de castillo, sin embargo, para el siglo XVIII se refería ya a la parte trasera de la cubierta principal. Luego de esto, más adelante en el mismo siglo se consideró la construcción más grande del navío a la toldilla.
Combés
Este elemento del buque se encontraba en medio del palo trinquete y el palo mayor, dividido en dos partes: el hueco del combés, este era el lugar en donde se desplazaban las mercancías desde la cubierta superior o desde el puerto hasta las cubiertas inferiores del navío, y el pasamanos que se disponía alrededor del hueco del combés, permitiendo así el paso desde el alcázar hasta el castillo de proa.
Alcázar
el alcázar era una parte de la cubierta superior entre el palo mayor y la popa, colocado específicamente en la parte del castillo de popa que llegaba hasta la toldilla. Sobre la parte de popa del alcázar se hacía la construcción de dicha toldilla, una cubierta que se prolongaba desde el palo de mesana hasta el coronamiento de popa.

Bodega
Bajo la toldilla se ponían las dependencias del capitán y los camarotes de los oficiales de mayor rango. El alcázar y la toldilla eran el punto central neurálgico del navío. Los oficiales subían a la toldilla para tener una mejor vista de la cubierta y de las cercanías, no obstante, cuando era la hora del combate se desplazaban hacia el alcázar, puesto que en la toldilla los oficiales quedaban muy expuestos a la metralla.
En ellas solo se podían quedar aquellos marinos que fueran los encargados de las piezas artilleras y el oficial de banderas para izar y arriar los banderines de señales.
Navíos más famosos
Los navíos más famosos de la historia se construyeron luego de que la era de este barca venía en deceso, una característica importante de esta clase de embarcaciones es que contaban con un motor de propulsión a vapor, los pocos modelos que fueron construidos con este elemento se les conoció como navíos de hélice.
Sin embargo, con el paso del tiempo estos diseños fueron dejados de lado por las modificaciones que tenían las fragatas de hélice, y posteriormente por las fragatas blindadas y acorazadas. Algunos ejemplos de estos buques serían:
-
HMS Victory (1859), un modelo británico con un peso de aproximadamente 6959 toneladas de desplazamiento, 79 metros de eslora y 104 cañones.
-
Bretagne, un diseño francés de al menos 6875 toneladas de desplazamiento a plena carga y 81 metros de eslora.
-
HMS Duke of Wellington (1852) un navío británico de 6071 toneladas de desplazamiento y 73 metros de eslora.
-
Napoléon (1852) un buque francés con un peso de 5120 toneladas de desplazamiento y 77,8 metros de eslora.
-
Valmy (1850) modelo francés de 5826 toneladas de desplazamiento y 64,05 metros de eslora.
Navío Santísima Trinidad
El navío la Santísima Trinidad fue un buque de guerra constituido por 120 cañones en un principio, con el paso de los años este número se incrementó a 140. En aquel entonces fue el navío más grande de la historia, por lo que recibió el nombre de El Escorial de los mares, y fue uno de los pocos navíos de línea de cuatro puentes que existieron.

La dotación artillera que conformaban sus baterías luego del ajuste de la reforma del año 1803 era de 136 piezas, luego se añadieron cuatro pizas adicionales dando un total de 140 poco antes de la batalla de Trafalgar con el embarque de cuatro obuses de a cuatro libras, de esta manera, se consolidó como el barco más armado y grande de la historia.
A raíz de este acontecimiento, la Armada de Estados Unidos diseñó su propio navío compuesto con 136 cañones, el Pennsylvania, en 1837. Mientras que la Marina Francesa también llevaba a cabo la elaboración de otro buque con 120 cañones, inicialmente de tres puentes, ampliado posteriormente a cuatro puentes, al que bautizaron como Valmy. Por último, la Marina Británica también tenía la idea de construir un navío de cuatro puentes armado con 170 cañones, destinado a recibir el nombre de Duke of Kent, pero nunca consolidaron el diseño.
Por otro lado, la misma Armada Española optó por la decisión de deshacerse de aproximadamente 237 navíos de línea en el transcurso de los 1687 y 1853. De todos esos buques, tan solo trece poseían tres puentes con artillería de 100 a 120 cañones (como el Santa Ana o el mismo Santísima Trinidad) el resto de ellos era de dos puentes y tenían entre 50 y 80 cañones.
En julio de 1779, España declaró la guerra a Gran Bretaña junto a Francia en apoyo a las colonias norteamericanas en su Guerra de la Independencia. Durante esta batalla, el navío Santísima Trinidad fue el buque insignia de la flota española y tomó parte en las operaciones en el canal de la Mancha a finales del verano de ese año. En año siguiente a la batalle este barco formó parte de la captura de un convoy inglés de 55 buques. Dos años luego de este suceso pasó a ser parte de la escuadra del Mediterráneo y participó en la batalla del cabo Espartel.

Navíos de Guerra
En el año 1797, mientras ocurría la batalla del Cabo de San Vicente, fue desarbolado, pero se pudo salvar al ser capturado cuando ya se había rendido, todo esto gracias a la intervención del navío Infante don Pelayo bajo el mando del capitán de navío Cayetano Valdés, que acudió en auxilio del Santísima Trinidad. En este sentido, logró salvar esta nave de un apresamiento por parte de las fuerzas británicas, que daban la amenaza de dispararle si no volvía a izar el pabellón.
El Pelayo se puso en medio de las líneas enemigas, lo que ayudo a dar tiempo para la llegada de otras naves españolas que habían acudido al lugar, con este evento se dio la retirada de todas las fuerzas británicas.
Por otro lado, en la historia solo se tiene memoria acerca del desafortunado final ocurrido en la batalla de Trafalgar (21 de octubre de 1805). En esta disputa estuvo al mando de la escuadra el capitán general Baltasar Hidalgo de Cisneros, junto con Francisco Javier de Uriarte y Borja como capitán de bandera.
Sin embargo, luego de una ardua batalla fue captura en terribles condiciones, dando como resultado 200 muertos y 100 heridos. En consecuencia, los ingleses pusieron todo de ellos para poder rescatarlo y llevarlo al puerto ingles Gibraltar, siendo remolcado por las fragatas HMS Naiad y HMS Phoebe. A pesar de sus intentos por rescatarlo, esta nave se hundiría el 24 de octubre a unas 25 o 28 millas al sur de Cádiz.
Como símbolo de todo el poder por parte de la Armada Española, permanece hundida en el mar una de las naves más poderosas de la historia. No obstante, las piezas de su artillería fueron rescatadas e instaladas en la entrada del Panteón de Marinos Ilustres situado en la Escuela de Suboficiales de la Armada, en San Fernando (Cádiz).
Tanta ha sido su fama entre los navíos de guerra, que en la actualidad se han llevado a cabo diversas replicas de esta nave. En el año 2006 se llevo a cabo la remodelación de un barco común con el propósito de otorgarle una apariencia similar al de la Santísima Trinidad, al menos en la parte externa. De una misma manera, se han escrito historias acerca de lo ocurrido en las diversas batallas en donde participo esta reconocida nave, entre las más destacadas esta la lucha de Trafalgar.
