IX. El Arte de la Navegación

Meteorología

Visibilidad

Visibilidad

La Visibilidad

La visibilidad es la cualidad perceptible, que permite ver objetos a una determinada distancia. A menor visibilidad peor se verán objetos a la lejanía, mientras que a mayor visibilidad se verán mejor objetos lejanos.

Factores reductores de visibilidad

Ciertas condiciones climáticas, como la niebla, pueden reducir considerablemente la visibilidad. Se considera niebla cuando la visibilidad es menos a 2 km. En casos de niebla espesa la visibilidad puede verse reducida a pocos metros de distancia, haciendo casi imposible tareas como el conducir. Cuando la visibilidad es menor a 10 km, se está en presencia de neblina si la humedad relativa es mayor al 80%, y de bruma si es menor que este cantidad.

En el Ártico o en áreas montañosas, la visibilidad puede ser de entre 70 a 100 km. Sin embargo, la visibilidad es a menudo reducida a causa de la polución y humedad del aire.La niebla y el humo pueden reducir la visibilidad a niveles cercanos a cero, haciendo que la conducción de vehículos, desde automóviles hasta aeronaves, sea extremadamente peligroso. Lo mismo ocurre con las tormentas de arena en las áreas cercanas a los desiertos , con los incendios forestales y con las ventiscas. Las precipitaciones densas, como durante los temporales o tormentas, no sólo producen baja visibilidad, sino también la imposibilidad de frenar a causa del aquaplaning.

Cálculo de visibilidad

La capacidad de cuantificar la visibilidad es importante para planificar y apoyar las operaciones aéreas. Es por ello que los aeropuertos consideran dos tipos de cálculo de visibilidad:

  • Visibilidad meteorológica, que es la capacidad que se tiene para ver en cualquier punto cardinal los obstáculos que lo rodean, en una distancia previamente conocida. Esta forma de medición se distingue con la sigla MOR (del inglés: Meteorological Optical Range, “rango óptico meteorológico”). Para obtener el nivel de visibilidad con esta técnica, es preciso fijar un punto de observación, donde se establece la distancia con los obstáculos más cercanos (casas, árboles, cerros, etc.), sirviendo como referencia en una situación de reducción de visibilidad.
  • Rango visual de pista (en inglés: RVRRunway Visual Range), la cual es más específica, pues está orientada a la visibilidad en las pistas de aterrizaje, proyectándola al piloto en el momento de aterrizar o despegar. La visibilidad estará orientada en el sentido de pista de aterrizaje y no hacia cualquier punto cardinal (como en el caso de MOR). Las luces de la pista son un ingrediente a considerar para esta técnica, ya que estas ayudas visuales permiten mejorar considerablemente la visibilidad en momentos de restricción de la misma (Ej. neblina, niebla, lluvia, nieve o bruma). En otra época, se unían estos elementos sobre una planilla de cálculo, donde el observador se ubicaba al extremo del umbral de la pista y contaba la cantidad de luces de pista que era capaz de ver. Esta cantidad se multiplicaba con la distancia que estaba separando unas de otras y se proyectaba en una planilla de cálculo para obtener el valor de RVR. Obviamente en la actualidad ese método aunque es aceptado y usado en casos de emergencia resulta muy complejo, más si se aplica en aeropuertos con un flujo considerable de operaciones.
 
 
 
 
 
 

Bruma

La  bruma  es un fenómeno atmosférico, consistente en la suspensión de partículas diminutas de agua u otra materia higroscópica que limitan la visibilidad. Se llama así particularmente a la niebla que se forma sobre el mar. El origen etimológico de la voz es el latín  bruma , es decir, el solsticio de invierno. En el ámbito técnico o científico, se considera a la bruma o neblina como a un tipo de niebla con una humedad relativa igual o superior al 70 % que limitando la visión, la permite más allá de 1000 m.

Calima (meteorología)

La  calima  o  calina  es un fenómeno meteorológico consistente en la presencia en la atmósfera de partículas muy pequeñas de polvo, cenizas, arcilla o arena en suspensión. Cuando esta ocurre por efectos del polvo, sales (sodio) o elementos propios del ambiente, se conoce como calima tipo “A”; cuando se produce por eventos especiales, tales como incendios forestales u otros eventos de carácter contaminante, se le denomina calima tipo “B”.

Origen

Su origen está en las partículas de vapor de agua con partículas de sales procedentes de las aguas marinas y, en muchos casos, por el humo y cenizas de los incendios, como puede verse en la imagen tomada en el este de Caracas (Venezuela) a finales de marzo del 2010. También puede deberse a las tormentas de arena, fenómeno frecuente en los países del Mediterráneo, en las Islas Canarias y otras zonas.

En el caso de las tormentas de arena, las partículas tienen unas dimensiones muy heterogéneas, precipitándose las de mayor tamaño no muy lejos de la fuente y continuando las más finas a grandes distancias transportadas por el viento Siroco hasta las Islas Canarias. Ocasionalmente remanentes de estas tormentas alcanzan América del Norte, en la región del Caribe y este de los Estados Unidos, llegando con los anticiclones veraniegos y por los vientos alisios. Puerto Rico y las Antillas Menores son los más afectados por estas tormentas cada verano. 5 Calima en Kuala Lumpur (Malasia) por causa de la contaminación, este fenómeno se conoce como smog.

En muchos casos, aunque afortunadamente en disminución, se debe a la emisión de contaminantes domésticos en las zonas urbanas, como puede inferirse de las abundantes chimeneas y la carbonización existentes en el Reino Unido desde la Revolución Industrial.

Tormenta de arena y polvo, procedente del Sahara, llegando a las islas de Cabo Verde.
Calima en Kuala Lumpur (Malasia) por causa de la contaminación, este fenómeno se conoce como smog.

Neblina

La  neblina  es un fenómeno meteorológico, concretamente un hidrometeoro, que consiste en la suspensión de muy pequeñas gotas de agua en la atmósfera, de un tamaño entre 50 y 200 µm de diámetro, o de partículas higroscópicas húmedas, que reducen la visibilidad horizontal a una distancia de un kilómetro o más.

Ocurre naturalmente como parte del tiempo o de la actividad volcánica. Es común en atmósfera fría debajo de aire templado. Es posible también inducir artificialmente la neblina con el uso de envases de aerosol, si las condiciones de humedad son apropiadas.

La única diferencia entre  neblina  y niebla es la intensidad de las partículas, que se expresa en términos de visibilidad: Si el fenómeno meteorológico da una visión de 1 km o menos, es considerado como niebla; y si permite ver a más de 1 km, el fenómeno es considerado como neblina.

Visto a la distancia, la neblina toma más la tonalidad del aire (grisáceo/azulino), mientras que la niebla es más blanquecina.

La neblina como la bruma hace visibles los rayos solares, por el contrario, la niebla debido a su alta densidad de partículas no hace visibles los rayos solares.

Niebla

La  niebla  (del lat.  nebŭla ) es un término general referido a la suspensión de gotas pequeñas en un gas. En meteorología, se refiere a la suspensión de gotas pequeñas de agua que producen una visibilidad de menos de 1 km. Es un fenómeno meteorológico que consiste en nubes muy bajas, cerca o a nivel del suelo y formadas por partículas de agua de pequeño volumen en suspensión.

En general es llamada niebla cuando se trata de la condensación de la humedad del aire pero todavía en suspensión, en forma de gotas de agua y estas gotas de agua no son lo suficientemente grandes como para que la fuerza de la gravedad terrestre las haga precipitarse, como es el caso de la lluvia. Localmente recibe otros nombres cuando empieza su precipitación (niebla meona, garúa, sirimiri, chirimiri, chilimili, etc.).

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) define la niebla atmosférica como la suspensión de gotas pequeñas de agua (casi siempre, microscópicas) en el aire que también reduce la visibilidad horizontal en la superficie terrestre a menos de 1 km. Los bancos de niebla se forman de la misma manera que cualquier otro tipo de nubes, pues de nubes estratiformes se constituye la niebla.

La mayor parte de las nieblas se producen al evaporarse la humedad del suelo, pero puede proceder del vapor de agua expelido por la vegetación o por masas de agua dulce o salada, ríos, arroyos, charcos, etc. Como describe la física en las propiedades térmicas de los gases, la mayor temperatura relativa de una masa de aire (saturada de humedad) hace que se eleve o que una masa gaseosa (húmeda) sea desplazada por otra masa más fría y, por tanto, más pesada (los gases al dilatarse por el calor pesan menos para un mismo volumen) provoca el ascenso del aire húmedo que, al enfriarse, se condensa dando así lugar a la formación de estas nubes bajas.

El vapor de agua se condensa con mayor facilidad alrededor de una partícula de polvo, de sal o de cualquier otro elemento en suspensión en el aire. La niebla conlleva la disminución de las condiciones de visibilidad en superficie. La dispersión de la luz en las partículas de agua que forman la niebla favorece la visibilidad en longitudes de onda similares al amarillo selectivo utilizado en faros y luces antiniebla.

Muchos hábitats de bosque húmedo montano, bosque tropical, laurisilva y bosque subtropical se caracterizan por una alta concentración de niebla superficial a la que estos biomas están especialmente adaptados. En conjunto se les denomina Bosque nuboso o selva nublada. En climas más secos, esteparios o incluso en climas desérticos (como por ejemplo el desierto del Namib o el clima mediterráneo, etc.), la niebla producida en los meses propicios es también muy importante para la vegetación de esclerófitos. Las nieblas de los meses fríos con su densa humedad se precipitan por la acción del relieve y de las propias hojas de este tipo de vegetación plumosa adaptada.

En invierno, por una parte la estructura higroscópica de la vegetación y por la otra la orografía del terreno, opuesta a la masa de aire relativamente cálido y húmedo; que obliga a aumentar la altura sobre el nivel del mar de esa masa húmeda de aire, lo que la enfría y disminuye su punto de rocío, hacen que se condense parte de la humedad de esa masa de aire, que se precipita en forma de niebla o lluvia y crea un hábitat especialmente hidrófilo, saturado de humedad en el ambiente y en el suelo junto a las plantas que rocía.

Plantas como el pino atrapan la humedad del aire y la precipitan gota a gota como si se tratase de un riego suplementario, que se ve más favorecido en el hemisferio norte en la cara norte de las colinas o montañas y en el hemisferio sur en la cara opuesta (cara sur) por su más baja temperatura al recibir menos calor del sol. Esta cualidad higroscópica de cierto tipo de vegetación frente a la niebla es aprovechada para algunos cultivos, que se rodean por ejemplo de murallas de coníferas.

Debido a su importancia para la agricultura, el español americano y el del Viejo Mundo tienen muchas palabras y expresiones vernáculas para describir tanto este fenómeno atmosférico como otros muy relacionados, solapándose a veces los significados y causando confusión. Así por ejemplo, en los Pirineos la niebla es denominada  boira . La única diferencia entre niebla y neblina es la intensidad de las partículas, La neblina se logra captar, extendiendo redes de malla plástica colocadas verticalmente. Las pequeñas gotas se depositan en la trama de la tela y al aumentar de tamaño son atraídas por la gravedad o pueden ser conducidas a un tanque de almacenamiento para su uso tanto como agua potable o como agua para riego.

En idioma español los términos bruma y neblina se suelen usar indistintamente, aun cuando es más común llamarla bruma cuando no ocupa el terreno de manera homogénea, sino dispersa, cuando no está constituida totalmente por agua (por llevar además polvo o sal en suspensión) o cuando está en un área costera o sobre el mar.


Se habla de rocío o rosada, en general cuando se trata de la condensación de la humedad del aire en forma de gotas por la disminución brusca de la temperatura al contacto con superficies frías, usualmente sobre la cubierta vegetal, el suelo, piedras, objetos, etc. Cuando el vapor de agua se ha enfriado lo suficiente como para provocar el cambio de estado del vapor de agua contenida en el  a i re  a la forma de hielo (que suele depositarse) se denomina de muy variadas formas: escarcha, dorondón, helada blanca, cencellada, cinarra etc. 

No se debe confundir la escarcha o helada blanca con la helada o helada negra, la Cencellada dura el “rocío blanco”… en todos estos fenómenos el agua atmosférica debe tener una temperatura superficial bajo 0 °C. Atendiendo al diámetro de las partículas (gotas) la condensación del vapor de agua atmosférico recibe otras denominaciones, la llovizna es un tipo de precipitación que se caracteriza por tener un tamaño de gota pequeño, usualmente menos de 0,5 mm de diámetro, pero suficiente para provocar su caída.

Tipos de niebla atmosférica

Un antiguo molino de agua en el río Haller en Adensen, cerca de Nordstemmen, en la región de Baja Sajonia (Alemania).

  • Niebla de radiación : ocurre tras la puesta del sol, cuando el suelo pierde calor a través de la emisión de radiación infrarroja en una noche sin nubes (de estar presentes, las nubes evitarían que el calor escape al espacio). Entonces, el suelo enfriado produce condensación en el aire cercano al suelo, a través del proceso de conducción de calor. Este tipo de niebla es común en otoño en los países de clima templado, usualmente tiene un espesor de 1 metro (aunque la turbulencia puede hacer que se eleve) y es de corta duración.
  • Niebla de tierra : es la niebla que oscurece menos del 60 % del cielo y no se extiende hasta la base de las nubes de arriba. Sin embargo, el término es generalmente sinónimo de una niebla de radiación que es muy superficial; en algunos casos la profundidad de la niebla es del orden de decenas de centímetros más ciertos tipos de terrenos con la ausencia de viento.
  • Niebla de advección : toma lugar cuando masas de aire caliente y cargadas de humedad pasan sobre suelos fríos, lo cual hace enfriar el aire mismo aumentando la humedad relativa y provocando finalmente la condensación. Este fenómeno es común en las costas, cuando el tibio aire tropical se encuentra con aguas de latitudes mayores. También es común cuando un frente cálido se mueve sobre un área con una cantidad considerable de nieve, o luego de una granizada abundante en lugares con temperaturas templadas.

Niebla de vapor : se da cuando aire frío se mueve sobre aguas más cálidas. El vapor del agua entra en la atmósfera por procesos de evaporación, y la condensación se da cuando se alcanza el punto de rocío. Este suceso es común en regiones polares, lagos de tamaño considerable, y al final del otoño y principio del invierno.

Niebla de precipitación : se produce cuando llueve y el aire bajo la nube se halla relativamente seco. Esto hace que las gotas de lluvia se evaporen y formen vapor de agua, que se enfría, y al alcanzar el punto de rocío, se convierte en niebla.

Niebla de ladera : se forma cuando el viento sopla contra la ladera de una montaña u otra formación geológica análoga. Al ascender en la atmósfera, la humedad se condensa. Es por esto que muchas veces las cumbres montañosas aparecen nubladas.

Niebla de valle : se forma en los valles, usualmente durante el invierno. Es resultado de la inversión de temperatura, causada por aire frío que se asienta en el valle, mientras que el aire caliente pasa por encima de este y de las montañas. Se trata básicamente de  niebla de radiación  confinada por un accidente orográfico, y puede durar varios días, si el tiempo está calmado.

Niebla de hielo : es cualquier tipo de niebla en la cual las gotas de agua se hallan congeladas en forma de cristales de hielo minúsculos. Usualmente, esto requiere de temperaturas bastante por debajo del punto de congelamiento, lo cual hace que sean comunes a regiones árticas y antárticas. En ocasiones, pequeñas cantidades de estos cristales se precipitan a tierra, como sucede en Barrow, Alaska. En determinadas regiones esta niebla es conocida como dorondón o boira dorondonera.

Niebla de pendiente ascendente : se forma cuando el aire húmedo se eleva por la ladera de una montaña y debido a su enfriamiento adiabático y en menor medida por la disminución de la presión con la altura, se condensa.

Vapor de agua y atmósfera

En la capa más delgada y más inferior del conjunto de las capas de la atmósfera, llamada troposfera, ocurren todos los fenómenos meteorológicos que influyen en los seres vivos, como el viento, la lluvia, la nieve y por supuesto la niebla. Además, concentra la mayor parte del oxígeno y del vapor de agua. En particular el vapor de agua que contiene la atmósfera actúa como el regulador térmico del planeta; sin él, las diferencias térmicas entre el día y la noche serían tan grandes que los seres vivos no podríamos sobrevivir.

La altura modifica tanto la temperatura como la presión de la capa gaseosa del planeta, al modificarse la densidad del aire. El fenómeno es muy sencillo: el aire se calienta en contacto con la superficie terrestre, tanto en la parte sólida como en la superficie de los océanos y mares, especialmente, en este último caso.

Al calentarse el aire se eleva porque disminuye de densidad y por lo tanto, de presión y asciende hasta equilibrarse la temperatura de la columna ascendente del aire con su en torno a un nivel superior. Sin embargo, la comprensión de este proceso es mucho más compleja, ya que las variaciones de la presión no son exclusivamente con la altura sino con otros factores como la mayor o menor humedad y la latitud, que modifica sustancialmente el mayor o menor espesor de la atmósfera por razones dinámicas: este espesor es máximo en la zona ecuatorial debido a la fuerza centrífuga de la rotación terrestre en dicha zona y, por ende, menor en los polos.

El proceso de circulación del agua entre los distintos compartimentos de la hidrósfera, que incluye el vapor de agua y las nubes, se denomina comúnmente ciclo del agua. Se trata de un ciclo biogeoquímico en el que hay una intervención de reacciones químicas, y el agua se traslada de unos lugares a otros o cambia de estado físico.

Helechos arbóreos en el bosque nuboso de Kinabalu, Borneo.
Distribución de los bosques nubosos, laurisilvas y enclaves de hábitat de nieblas.
Niebla en una región montañosa griega.
Niebla en Taipéi, Taiwán.
Niebla en una llanura de Frisia oriental, Europa central.
Neblina ligera ascendiendo en las montañas, debido al calentamiento del aire
Un antiguo molino de agua en el río Haller en Adensen, cerca de Nordstemmen, en la región de Baja Sajonia (Alemania).
Niebla de vapor en pleno verano en el río Teno, en la frontera noruego-finesa.
Niebla invernal en la montaña.
Niebla en la Ruta 001 (Perú) de la Carretera Panamericana.
Espesa niebla en un campo de Cuba.
Niebla sobre el Dedo de Deus en el parque nacional Serra dos Órgãos, Río de Janeiro.

Influencias topográficas

Una pendiente de niebla o colina de niebla se forma cuando los vientos soplan aire en por una pendiente (llamada elevación orográfica), adiabáticamente enfriándolo a medida que sube, y haciendo que la humedad en él se condense. Esto a menudo causa la congelación de la niebla en las montañas, donde el techo de nubes no estarían lo suficientemente bajo.

Los valles de niebla se forman en los valles montañosos, a menudo durante el invierno. Es esencialmente una niebla de radiación confinada por la topografía local y puede durar varios días en condiciones tranquilas. En el Valle Central de California, el valle de niebla se refiere a menudo como niebla de Tule.